lunes, 8 de enero de 2007

Fuerza de voluntad

Fuimos a un campamento para vacunar a unos niños. Luego de vacunarlos a todos contra la polio, un viejo vino corriendo tras nosotros llorando sin decir nada. Luego volvimos. Ellos habían vuelto y cortado los brazos vacunados. Allí había una enorme pila de pequeños brazos, y, recuerdo también que lloré como un niño; sí, como un niño. Quería arrancarme los dientes, no sé lo que quería hacer y me esfuerzo por recordarlo. No quiero olvidarlo nunca, no quiero. Entonces vi claro, como si me hubieran disparado con un diamante, y pensé: "Dios mío, qué genialidad; el genio, la voluntad de hacer eso, perfecto, genuino, cristalino, concreto, puro". Y entonces me di cuenta de que ellos eran más fuertes, porque lo soportaban. No eran monstruos, eran hombres, cuadrados, entrenados. Estos hombres que luchan con el corazón, que tienen familia e hijos, que están llenos de amor. Han tenido la fuerza de hacer eso. Si contara con diez divisiones de esos hombres, nuestros problemas quedarían resueltos en el acto. Se precisan hombres con moral y que al mismo tiempo sepan utilizar sus instintos primordiales para matar, sin sentimientos, sin pasión, sin juicio, sin ningún juicio, porque es el juicio el que nos derrota.

Coronel Kurtz en "Apocalypse Now"

Para Jess

Fría era la brisa del incipiente invierno en la alta montaña.

Italia ha nacido, Italia.

La alegría brota contagiosa en un tenue resplandor de oscuridad.

Me encuentro en mitad del hayedal.

Yo soy el músico, el genio, yo tengo alma. Correteo por senderos angostos hacia ninguna parte. Canto al grito de baladas antiguas. De repente sale un sol de la nada, amanece una y cien veces mientras las estrellas relampaguean de satisfacción.

Soy Dios.

jueves, 4 de enero de 2007

Sempre gustico

Dámelo.