jueves, 4 de septiembre de 2008

33

La otra noche no podía dormir. Eran las seis de la mañana y no paraba de dar vueltas en la cama; sentía un tremendo picor por todo el cuerpo, parecía como enfermo de alferecía. Decidí levantarme y darme una ducha. Tras esto, me sentí mucho mejor, pero me había desvelado, así que cogí algo de comida del frigorífico y las obras completas de Oscar Wilde. El libro tiene un prefacio, a modo de entradilla, donde hay una pequeña biografía del autor. Estuve leyendo durante un rato datos que ya conocía, hasta que hice un hallazgo bastante curioso para mí: se trataba del número que llevó Oscar Wilde durante su presidio en la cárcel de Reading.

El número tres siempre ha tenido algo de insólito, oscuro, incluso místico, para mí. De alguna u otra manera ha estado presente en muchos de los acontecimientos más relevantes de mi vida. Y como una suerte de perversa demostración de que no hay nada casual, sino causal, no sólo el tres ha sido protagonista: también el treinta y tres, y el trescientos treinta y tres. Suele sucederme por ejemplo que casi todas las noches miro el reloj y encuentro, con una inevitable a pesar de los años, mezcla de sorpresa y resignación, que éste marca las 3:33. De modo que cuando descubrí que la clave que identificaba a Wilde en su penitenciaría era C33, tampoco me extrañé mucho. Dos treses más la tercera letra del abecedario, esto es, tres treses.

He estado mirando por ahí, y parece que queda bonito de tatuaje. Ahora queda decididir dónde...

The ultimate acting is to destroy yourself (K. Kinski)

lunes, 21 de julio de 2008

Not cigarettes, but a place to burn

Algunas personas nunca enloquecen. Qué vidas tan verdaderamente horribles deben vivir.

Charles Bukowski

Vuelta a la Malavita

Ya no hay más stasera.

viernes, 18 de julio de 2008

Un sueño

Hace unos días tuve un sueño que me apetece relatar aquí, porque no quiero olvidarlo nunca, o tal vez por puro placer de escribir. No tiene nada de especial, pero de alguna manera causó un impacto en mí que hizo que permaneciera en mi mente hasta hoy.
Es Aguadulce o Miami. O, mejor dicho, es Aguadulce y quiero que sea Miami. Está atardeciendo, pero es por la mañana, y el cielo está nublado y todo está rodeado de una especie de efecto blur ochentero, como si las cosas estuvieran pintadas con esa genuina paleta de colores pastel. Voy caminando por el paseo marítimo y miro hacia la playa. Veo a las compañeras de C. de B. B., que me saludan animadamente. Más adelante, bajo a la playa y me meto en el agua. Las cosas son azul marino, y me encuentro en una parcelita de la playa que se interna en la costa, como formando una pequeña cala. Hay más gente, pero no alcanzo a ver quiénes son. De repente, comienzan a llover pulpos del cielo, que caen sobre el agua de manera estrepitosa, creando grandes ondas en el mar. Miro hacia arriba y veo como un pulpo enorme está a punto de caer sobre mí. Y lo hace.

martes, 10 de junio de 2008

Lolita

Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita. Luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lolita.

domingo, 8 de junio de 2008

sábado, 31 de mayo de 2008

El sueño de la razón produce monstruos

Y aquí estamos tú y yo, al principio del túnel. Solos, desnudos y temblando de frío. La juventud que nos acompaña, el deseo de morder una vida que se abre ante nosotros, tan incierta, es sólo una quimera que desaparece enseguida, como Virgilio ante las puertas del Paraíso de Dante. Tenemos miedo. Avanzamos, tropezando contra las paredes frías y húmedas. Las lamemos, las chupamos, buscando algo que pueda alimentar nuestras almas hambrientas. Pero no hay nada. Nos aferramos a cualquier sombra que se cruza en nuestro camino. Pero sólo son sombras. Confías en mí, y yo intento negociar con Caronte el precio de todo. Pero no hay nada. Caballos desmembrados, viejas que se clavan las uñas en la garganta, desesperadas. Tienes que subir alto, trepar por la ladera de tus sueños rotos y mirarme desde la cima. Pero yo ya no estoy abajo y sólo te queda el deseo muerto de probar la hiel que se derrama entre mis dedos. Y te muerdes los labios con fiereza, pero ya no queda nada. Nada.

You’re not alone

You’re not alone,
I’ll wait till the end of time,
Open your mind,
Baby it’s time for me and you.

domingo, 25 de mayo de 2008

If only



Si pudieras sentir lo que yo siento, si pudieras emocionarte con las cosas que yo me emociono, todo sería más fácil. Si pudieras sentir cómo llega el Verano de nuestro amor, con sólo un acorde, con sólo una nota, simplemente; todo sería más fácil, seríamos más libres. Seríamos un poquito más felices.

domingo, 18 de mayo de 2008

A partir de ahora...

… como Kevin Spacey en American Beauty. Porros (o psicotrópicos), gym y currar en el McDonald’s. Y que le den por culo al mundo. La felicidad.

lunes, 12 de mayo de 2008

domingo, 11 de mayo de 2008

Vuelta de paseo con M

Entre las formas que van hacia la sierpe, y las formas que buscan el cristal, trataré de enredarme a tus cabellos, tropezando con tu rostro distinto de cada día. Asesinado por el cielo.

sábado, 26 de abril de 2008

$2400 NWT Gucci Italy, Tom Ford

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QuickPost

Lo bueno de ser un cerdito materialista es que la felicidad de uno se basa en cosas como ésta.
Lo malo es que yo soy un chico muy espiritual. Pero me estoy curando.

viernes, 25 de abril de 2008

There’s a thousand reasons

P. S. For Sammy Raybak

Remember the last night / Feel the endless of your life / I’m praying for you / No doubt no fright / I’m slave of my mind.

jueves, 24 de abril de 2008

Psychoblonde meets Enocat

La tragedia en la vida del hombre complejo, lo que lo sume en esa ansiedad punzante, es la necesidad de preguntarse constantemente el porqué de las cosas; tener un control sobre todo lo que sucede a su alrededor e incluso dentro de sí. El vano, que en efecto ignora la mayoría de las cosas que el hombre complicado sabe, sí parece conocer una muy importante: la vida fluye por sí sola y no hay que interrumpir el natural cauce por el que transcurren los acontecimientos.

domingo, 20 de abril de 2008

Quando pasa Nuvolari

Muslos de bronce volando sobre dos pedales; zapatitos de tacón atravesando un suelo amargo. Eres musa italiana con camisa azul de rayas; con camiseta sin mangas, una diosa griega. Desvías mi mirada hacia otro horizonte, durante tres segundos.

sábado, 19 de abril de 2008

Cause you don’t really love me, you just keep me hangin’ on

Lo cantaban las Supremes a finales de los sesenta. Te lo canto yo, cuarenta años después, como si todos esos años que no vivimos hubieran pasado en un suspiro de tus labios helados. Porque realmente no me amas, sólo quieres asfixiarme, voy a romper hoy el cordelito que une mi cuello a tus dedos. [...]

jueves, 17 de abril de 2008

Una canción

Fuego en el estómago

No sé si han sido los molletes de atún con tomate, el androbolán o la hiel en tu lengua, pero tengo fuego en el estómago. Y no en el corazón.

Espacio, más que tiempo

Porque lo que de verdad ahoga, más que el deletéreo tic-tac del reloj de pared, es el aliento fétido de heridas mal curadas; espacio, más que tiempo, es lo que necesitamos.